Testimonio del Yagé, por Lina Maritza Vargas Rodriguez.
EXPERIENCIAS CON EL YAGE
Deseo dar a conocer mi experiencia con el gran elemental del yagé y mis cambios adquiridos durante el proceso de sanación.
La primera vez que lo tome fue en diciembre del 2016; nunca imaginé que fuera el comienzo de un gran cambio interno y una nueva manera de ver mi cuerpo y el mundo tridimensional donde existo. Se puede decir que me enamore del yagé, desde mi primera toma me consumió en un estado de éxtasis, rodeada de tranquilidad, equilibrio; tuve muchísimas visiones; fue como una especie de comunión conmigo misma. Lo que sentí y aprecie en mi primera toma me llevó a comprender que no somos solo carne y hueso, ya que me mostraron otro plano donde la vida y las personas eran más suaves y sutiles, en una ciudad de muchos colores y mucha luminosidad; estaba tan contenta, feliz; viendo sintiendo y caminando en ese plano por esas calles, como si las personas que estuvieran a mi lado las conociera desde hace mucho tiempo atrás y no quería volver. De un momento a otro recordé que tenía hijos y familia, les decía que tenía que regresar, sentí gran tristeza al tener que volver, pero era mayor mi sentimiento a mis hijos y seres queridos. Escuché muy claramente las últimas palabras de aquellos seres: “La vida que vives no es la real, debes tomar los deberes de la casa, el trabajo, el estudio con más tranquilidad; la verdadera vida está aquí donde debes regresar”.
Desde ese momento comenzó mi cambio, dejé de correr tanto y estresarme por todo; a veces me sentía víctima de las circunstancias principalmente por los actos de las personas hacia mí, como fueron desprecios, humillaciones, machismo. Esas circunstancias fuertes en la vida de cada persona son enseñanzas y no castigos; entonces empecé hacer las actividades diarias sin afán (tan mecánicamente), sin estresarme. Al otro día al bañarme veía mi cuerpo de otra manera, más bonito, más sensible apreciaba una desnudez diferente, comprendiendo que merecía más respeto; mi cuerpo es bello, pero había algo dentro de mi más valioso.
Mi mayor anhelo con el remedio fue ayudar a curar y guiar a mi hijo, quien viene de un proceso no físico que lo atormentaba y no sabíamos cómo actuar, lo cual ha venido mejorando bastante con la ayuda de los guías que conforman este grupo. Entiendo que es un trabajo largo aunque lo más difícil es empezar y dar con personas que te apoyen con su sabiduría, experiencia y paciencia.
El yagé en estos 2 años y medio me ha mostrado mundos internos que no tenía idea que existían y menos que estaban en mí. Desde los antiguos filósofos se ha dicho: “Conócete a ti mismo y conocerás el universo”; puede que hayas escuchado, lo hayas leído o lo creas, pero otra cosa es poder evidenciar parte de aquellos mundos con tu propia vivencia.
En ocasiones son tomas tan fuertes y oscuras, experimentando tus propios infiernos, donde el dolor, el silencio y soledad es tan fuerte que más de una vez sientes que mueres; en otras aprecias como te limpias expulsando larvas, insectos etc… Si te entregas de corazón poco a poco vas entendiendo lo que te quiere dar a conocer el sagrado elemental. Me mostró los yoes más feos, los egos que más me atormentaban, para iniciar con el proceso de muerte en marcha hacia esos defectos. Viví milagros, primero con la recuperación de mi hijo y segundo con un cambio de trabajo después de estar laborando 21 años en una misma empresa; fue de pasar a trabajar en una especie de mina bajo tierra a trabajar en el paraíso terrenal; fue un cambio extremo, hermoso. En otras ocasiones es tanto lo que te muestran que no alcanzas a entender o reconocer la magnitud del mensaje, es una pena que tengamos tan poca consciencia.
En mi caso luego tuve unas tomas de dicha absoluta poder experimentar tomas del AMOR donde es tanta la dicha, felicidad; es incomprensible, no se puede expresar con palabras, pero lo intentaré… Al sentir que ERES un ser feliz, dichoso, muy amoroso, siempre y cuando todas las personas y cada uno de los seres vivos que caminan sobre la Madre Tierra sean felices, alegres, que no les falte nunca nada y al sentir que cada vez que todos estén mejor, tu dicha y alegría es mayor, un sentimiento tan grande y puro que no puedo describir, deseándole a todo el mundo felicidad, bienestar, prosperidad, llegando al punto de confundirte en un espacio del corazón, viendo y sintiendo tu sangre como ríos de armonía; escuchas el palpitar del corazón como cantos divinos, también sientes morir de amor.
Es un proceso muy profundo, para cada persona es diferente y se debe llevar a cabo con responsabilidad y seriedad. No consiste sólo en ir a tomar yagé y ya estas salvo, “así NO es”. Los cambios y milagros que comienzan en tu existencia es a raíz del compromiso con tu REAL SER, con el despertar de la conciencia, cambio de hábitos, amistades, prácticas de auto-observación, meditación, en fin… Para mi concepto es la verdadera finalidad de la existencia.
Cordialmente;
Lina Maritza Vargas Rodriguez.