A ti Madre mente, donde se plasma la creatividad original de todo existente(((Dios))). Océano infinito de todos los océanos, fuente inmaculada de todos los seres, nos postramos ante la mente universal, estructurada en la matemática infinita de Dios. Eres forma y pensamiento del ain soph y el ain soph aur ¿Cómo reconocerte y como contemplar tu infinita sabiduría? Si eres parte del creador y arcilla de lo creado, sin ti, Dios no puede ser manifestado, porque eres la materia prima, inefable, donde Dios padre puede darles forma a todos los seres. Abarcas los pensamientos de Dios como una idea concreta definida y perfecta, que perdura en el espacio atemporal, tu mecánica caótica nos muestra lo lejos que estamos de la armonía universal, porque nuestra mente individual no concibe a su creador y aunque siendo a imagen y semejanza de Dios, nuestra mente no forma parte de su creador. Mente, te invoco como la madre que está en todo lo existente y aclamo a tu consciencia Madre creadora para que pueda reconocerte a través de mi propia mente.
No es algo, o alguien, o eso, la mente es el todo en sí, porque es uno de los medios por los cuales Dios como unidad se puede expandir en la diversidad. La mente no es un algo que está ahí y al mismo tiempo en ninguna parte, la mente es toda la existencia, porque somos parte de la mente Dios. Dios en su expresión creadora es verbo, en su creatividad es pensamiento y en su creación es mente. El pensamiento está dirigido por su Dios voluntad, que segunda al Dios mente. Este Dios (no voy a decir su nombre), es quien controla la voluntad consciente de lo que dirige el verbo Dios, cuando este verbo Dios vibra, expresa su creatividad pensamiento y este Dios voluntad, mueve la materia mente universal y la mente crea la vasija que el verbo afirma para darle vida. Todo lo que percibimos a través de los sentidos, es una expresión mente del Dios absoluto; por esto en muchas culturas le llaman a esto el maya ilusorio, porque todo lo existente es solo la imaginación de Dios creando; pero que en esencia no existe, porque en el tiempo muta la creación o se transforma; pero lo único que perdura en la existencia es todo lo que aflora del ensemenis de Dios; todo lo que este por fuera de su origen esencial, es pasajero e ilusorio.
La mente es el océano infinito donde se condensa la matemática que da forma al pensamiento, este océano es también la Madre Divina mente, es el útero, la copa (calis), donde todo se gesta. La mente, madre universal, es el aspecto femenino de Dios unidad, por eso Maria, maya, mente, es en sí, el aspecto femenino creando, para dar vida a la voluntad del padre universal, origen creador. No importa cómo se conciba a Dios, como él, o eso, o no se conciba de ninguna forma; Dios en sí, es todo lo existente y todo lo existente es una multiplicidad de Dios, en diversos aspectos que ordenan y dirigen cada minúsculo movimiento o vibración existente. Todo, absolutamente todo, está lleno de la vibración verbo creador, en la basta manifestación mente, que aflora de las profundidades de lo inmanifestado de Dios. Ese aspecto inmanifestado es la fuente de donde proviene su creación, por eso, una parte de Dios, es lo que percibimos, sentimos y la otra parte de Dios es el inmanifestado que no es visible a la existencia; pero es de donde proviene toda su creación. Estos planos existenciales que son el subconsciente de Dios, son conocidos por el ain soph y el ainsoph aur. Dios nos hizo a imagen y semejanza, ahora abordemos estos conceptos a nosotros como origen creado a imagen y semejanza.
La mente universal a sustentado la metería prima de su creación en los 4 elementos, por eso todo lo que la mente gesta en su plasma vibracional y magnético, se expresa en los niveles vibratorios de los 4 elementos. Estos 4 elementos van condensando la vibración y el magnetismo es estas naturalezas conscientes de lo que son para la creación. El fuego le da energía a la forma, el aire dirige su movimiento espacial, el agua la condensa y la tierra la solidifica.
Ahora en nosotros necesitamos comprender que vivimos aislados de esta armonía universal, porque somos todo lo contrario y estamos aislados por muchas naturalezas que no nos permiten concebir a nuestra mente, como un océano que nos provee todo lo necesario para existir.
La mente individual de cada ser de este mundo, es la mayor desgracia para la humanidad, porque este océano de vida, lo hemos llenado de inmundicia, de decadencia, dándole vida a los peores horrores que el pensamiento ha podido crear. Tenemos una mente débil, podre y degenerada, donde pasaran muchas vidas para sacar toda la basura con la que alimentamos nuestra mente. Es de tener presente que las turbulencias mentales, se producen por muchos factures que son los que nos llevan a un caos incontrolable que abarca todos los aspectos de nuestra vida.
Nuestra mente es parte de todo lo que concebimos de nuestro existir, no está el cuerpo, no está en el alma, es la vasija espíritu, la mente universal nos dio vida individual y fue a través del pensamiento Dios, este pensamiento fue plasmado en la mente universal y Dios nos entregó parte de su esencialidad para otorgarnos la inmortalidad. Pero nos dejó libre en su creación para que navegáramos en la inmensidad de su creación; para que por nosotros mismo podamos volvernos a imagen y semejanza del creado CONSCIENTEMENTE. Para nosotros dejar de existir debemos dejar de existir en el pensamiento de Dios y mientras eso no suceda seremos una monada o luz espíritu, deambulando por la existencia sin rumbo y si horizonte.
Para conocer nuestra mente, debemos buscar en nuestro corazón, sintiendo que la mente es parte de todo lo que existe, que debemos explorar profundamente nuestros pensamientos, para no seguir creando caos en nuestra mente individual. La mente es la niña fea de la fiesta, es el cadáver que nunca muere y está en la tumba de nuestra alma, esperando a que el corazón de un buda la despierte para iluminar su alma y le pueda mostrar que es la madre de todo lo que existe en su destino. Nuestra mente es la niña malcriada que culpan de todos nuestros males, es la loca de la casa que no aceptamos que nuestra voluntad ha hundido en el fango de nuestros pecados. CONTINUARA...