Para identificar como amarme primero debo reconocer que es el amor en mi interior.
Cuando nos vemos al espejo, vemos un cuerpo, vemos una vasija; pero a través de esa vasija estamos viendo un universo ajeno a nuestra real forma existencial; porque venimos sin rumbo al mundo, ciegos, sordos y perdidos, donde nos dicen que debemos encontrar miles de cosas que van a permitir darle un sentido a nuestro existir (plata, fama, poder y placer, son los mayores premios). ¿Pero la verdad quien la sabe? La existencia lo sabe, la vida lo sabe, el mundo lo sabe ¿Y que saben? QUE TODO LO QUE EXISTE ES UN REFLEJO QUE NOS LIMITA PARA BUSCAR AFUERA, por esta razón debemos buscar en el interior.
Nos vendieron una apariencia, una imagen, para demostrarle a este mundo ilusorio que podemos conquistar esa plenitud, que en la mayoría de los casos está construida en las apariencias, donde condenamos nuestra voluntad a complacer nuestras ilusiones, sueños y placeres o sucumbimos a una cruda realidad donde la vida me limita a vivir en una sociedad decadente y podrida. Cuando empezamos a ver la realidad cruda de la vida y donde mis entrañas se retuercen por todos los estímulos que vivimos día a día, donde la sed a la carne y el placer nunca se sacia, donde el reloj corre sin parar, donde debemos cumplir al tributo por existir, donde el esfuerzo de encontrar la felicidad anhelada es esquiva a mis sacrificios. Empezamos a sentir que estamos solos, que nadie nos puede comprender, que tenemos padres, pero son solo eso, que tenemos amigos, pero no pueden vivir y sentir lo que yo siento. Que dura vida, más amarga que la hiel, ante ti me postro desnudo y sin salida, confronto mi vida, en mi pasado y mi presente, derramando lagrimas que, si no curan mis heridas, se mantendrán abiertas.
Todos hemos llegado a un mundo dramático ante la falta de visión al verdadero camino del AMOR. El amor es un estado de consciencia que nos permite conectarnos con todos los estados de consciencia, humanos y divinos, por ende, debemos encontrar el amor de la misma manera, en su concepción humana y divina, si me divido de ellas, me perderé de mí mismo, porque me dividiré de mi existir y de la existencia. Yo existo ante Dios con un propósito que solo él sabe y la existencia está al servicio de ese propósito. Por eso debemos reconocer donde se comienza a construir la senda que me lleve a cumplir con ese doble propósito y para enfocar mi conciencia, mente y corazón debemos vernos tal cual lo que somos, más allá de este cuerpo.
Si reconocemos una realidad que va más allá de nuestra insignificante existencia, tocaremos horizontes insondables que nos darán la razón más grande de amar ((((DIOS)))). Quien es la fuente de donde fui creado, quien es la fuente de la verdad oculta. Amarme a mí mismo es reconocer a Dios en todo lo que soy, porque no puedo amar la creación, si primero no reconozco al creador y para reconocer al creador debo despojarme de su creación y reconocer que no tengo nada, que nada me pertenece, que todo es prestado y que solo puedo agradecer porque es Dios es quien me lo a dado. Tengo mi cuerpo y no importa como sea, Dios me lo dio y debo valorarlo y amarlo porque es un regalo, Dios me dio el aire para respirar y es prestado y debo amarlo porque con el aire me da la vitalidad para verlo su creación en todas partes. Tengo todo lo necesario para permitir que Dios guie mi camino y debo ayudarlo, debo administrar el tesoro que ha guardado en mi interior y debo cuidarlo, debo administrarlo, como mi única razón de ser para su gracia divina, que puso los ojos en mi corazón y hoy estoy despierto y consciente ante su presencia. Cuando encuentro ese profundo llamado en mi interior me doy cuenta que afuera nada tiene más valor que lo que él ha construido en mi existir, la plata pierde valor, solo esta para darnos una facilidad en mi desarrollo humano y debo valorar cada oportunidad que tenga para ganármelo y darle un uso correcto y sensato que atraiga prosperidad a todos los que estén en mi destino, porque el esfuerzo construye virtudes y el resultado al servicio del bienestar común, arraiga la consciencia de mi virtud a mi alma. El placer pierde valor porque es momentáneo y vacío; pero la gloria de trascenderme a mí mismo, de apropiarme de mi instinto, me llevara algún día, de nuevo, al seno me mi creador amado. Que tan lejos estas y que tan cerca al mismo tiempo, porque lo que nos divide es el umbral de la inconsciencia.
Puliré mi armadura, que es mi cuerpo, montare mi corcel que es mi instinto y como estandarte, me negare a lo que es el mundo, mirare mi mayor adversario (mi ego) con respeto y sigilo, porque es Dios forjando mi corazón en la lava ardiente de Vulcano. Me arrodillare y aclamare a la existencia para que me permitan conquistarme a mí mismo. Mil batallas avistan en el horizonte y junto a mis hermanas(o) caídos reconoceré que soy privilegiado por seguir en pie y luchando. Tengo un propósito de cumplir a todos los deberes humanos, tengo un propósito de cumplir a todo deber divino y por ser hijo de mi creador, tengo el derecho de AMARME A MI MISMO.